Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la producción de soja al cierre de la campaña 2023/24 se ajustaría en 396,95 millones de toneladas, lo que resultaría en 18,75 millones de toneladas más en comparación con la campaña anterior.
En tanto, para la nueva campaña 2024/25, las primeras proyecciones por parte del organismo estadounidense apuntan a un crecimiento en la producción mundial de soja de 6,4% en comparación con la campaña anterior. En cifras absolutas la producción alcanzaría las 422,26 millones de toneladas, dicho volumen resultaría en un nuevo registro récord si se llegara a concretar.
Así también, la nueva campaña iniciaría con un stock inicial de 111,78 millones de toneladas, el stock inicial más alto de las últimas cinco campañas. No obstante, este volumen podría reducirse en la siguiente estimación si la cosecha total de Brasil se ajusta a la baja.
Al observar la relación stock/consumo de la oleaginosa, indicador que resume la situación de la oferta y la demanda de dicho commodity, se ubicaría en 32,0%, la proporción más alta de las últimas seis campañas. Se resalta que, dicho indicador tiene un gran peso en la tendencia de precios, debido a que señala la escasez relativa de un commodity y su vulnerabilidad ante situaciones imprevistas.
Por otra parte, se espera un incremento del 3,6% en las importaciones y del 4,7% en el consumo doméstico. El incremento de las importaciones estaría sustentado por la mayor demanda por parte de Japón, México y China. Por su parte, se prevé que las exportaciones aumenten 4,5%, lideradas por Brasil, que representaría cerca del 60,0% de los envíos mundiales.
Al analizar las primeras proyecciones para los principales países oferentes de soja, se tiene previsto que EE.UU. siembre 35,0 millones de hectáreas de soja durante la campaña 2024/25, un 3,0% más que el año pasado. Este incremento en la superficie de siembra se explicaría, en gran medida, debido a la creciente demanda de biocombustibles en EE.UU.
Actualmente, el país norteamericano se encuentra en pleno proceso de siembra. Según los reportes de siembra, esta avanza a un ritmo menor con relación a la campaña anterior, puesto que, durante la primera quincena de 2024 se sembró el 35,0% del área total estimada, mientras que en el mismo periodo de 2023 ya se había avanzado con el 45,0% del área total.
Por último, se destaca que las condiciones hídricas del suelo muestran mejoría a medida que avanza la siembra. De acuerdo con el reporte de clima del USDA, el 11% de la superficie sojera estaría afectada por algún grado de sequía, lo que demuestra un mejor punto de partida que el año previo (cuando para la misma época ascendía a 21%).