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La Cámara Paraguaya de Comercializadores y Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) expresa su pesar por la muerte de Amado González, un padre, un esposo, un agricultor, una persona de bien que contribuía por medio de su trabajo, esfuerzo y dedicación con el bienestar de su familia, su comunidad y su país.
Los trabajadores de campo vienen soportando robos de productos, invasiones de propiedades, quema de implementos y maquinarias, pero el 26 de agosto se llegó a lo peor: la vida de Amado González fue segada.
Desde la Capeco expresamos condolencias a sus familiares y repudiamos enérgicamente esta ola de violencia en el campo que llegó a su máxima expresión, con la muerte de un compatriota en su lugar de trabajo, ahí donde desarrollaba su actividad, en medio de sueños y desafíos que fueron aniquilados este 26 de agosto, en manos de personas inescrupulosas que vienen fomentando la violencia y el ataque a compatriotas trabajadores, creando inseguridad para el trabajo en el sector productivo.
La Capeco solicita al Gobierno Nacional que se arbitren las medidas necesarias para seguir trabajando con seguridad, especialmente en este momento de pandemia, en el que existen innumerables efectos económicos y en el que el campo se ha mostrado como una de las pocas alternativas que sigue generando desarrollo socioeconómico en diferentes regiones del país, pese a los contratiempos ya conocidos.
Además, exhortamos al Poder Judicial y a las fuerzas del orden público que cumplan y hagan cumplir las leyes vigentes y la Constitución Nacional de brindar seguridad al trabajador para realizar sus labores en su propiedad.
Comisión Directiva
Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas
(Capeco)