El último trimestre del año se inició con tendencias tanto alcistas como bajistas en los precios de los principales commodities, frente a un complejo panorama internacional. Como un factor determinante para un posible aumento en los precios, se encuentra una nueva ocurrencia del fenómeno climático La Niña, que podría afectar la zafra de América del Sur. Por otra parte, una posible desaceleración económica a nivel mundial podría impactar negativamente en la demanda e influenciar en la disminución de los precios, según el informe de MF Economía elaborado para Capeco.
Con relación a la soja, se pueden mencionar como otras tendencias alcistas al corte en la estimativa de producción de los EE.UU., así como perspectivas de aumento en la capacidad de procesamiento del mismo país en los próximos años. Incentivos para el segmento de biocombustibles, que estimula el uso de aceites vegetales, prevé perspectivas positivas de inversiones para el mercado estadounidense, que según informaciones del mercado, espera aumentar su capacidad de procesamiento en 30% hasta el 2028.
Entre otras tendencias bajistas para el precio de la soja, se puede mencionar la estimativa de áreas plantadas y producción récord en Brasil, con la consecuente producción mundial 2022/23 estimada por encima del consumo, así como los posibles lockdowns en China para combatir a nuevos brotes del coronavirus. Con incertezas relacionadas a posibles nuevos botes de Covid-19, el gobierno del país asiático había endurecido las políticas de aislamento. Sin embargo, con la recuperación gradual de la piara en el país y la disminución de los stocks internos, se espera que en los próximos meses las importaciones internacionales puedan ser estimuladas frente a la necesidad de alimentos para la producción porcina.
Respecto al maíz, producto que fue clave para América del Sur, pero que sufrió disminución en la Unión Europea por la sequía y los conflictos geopolíticos, se pueden mencionar como otros factores alcistas un corte arriba de lo esperado en la producción de los EE.UU., así como el aumento del conflicto en el Mar Negro y su posible impacto sobre el acuerdo de exportación de granos ucranianos. El Acuerdo relacionado a la “Iniciativa de Granos”, firmado en julio del corriente año entre Rusia y Ucrania, tenía como objetivo la apertura de tres puertos importantes: Odessa, Chernomorsky y Yuzhny, para la liberación de volúmenes significativos de exportaciones. Si bien este suceso en principio generó alivio por el lado de la oferta, el ritmo ralentizado de los embarques, así como los recientes comunicados del gobierno ruso, generan incertidumbre en relación a la continuidad de lo acordado.
Frente a lo mencionado, los próximos meses serán claves tanto en relación al monitoreo de las condiciones edafoclimáticas, como a los acuerdos geopolíticos en las zonas actuales de conflicto. Finalmente, también será de importante relevancia el impacto en las políticas de consumo frente a la contínua política monetaria contractivista de varios Bancos Centrales alrededor del mundo.