El Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se ubicó en 130,1 puntos en agosto de 2025, lo que implicó un aumento del 6,9% interanual. En comparación con julio del mismo año, el indicador prácticamente no mostró variaciones.
El subíndice de aceites vegetales alcanzó su nivel más elevado desde julio de 2022, con un incremento del 24,3% interanual y del 1,4% mensual. Este comportamiento respondió a la suba de los precios de los aceites de palma, girasol y colza, que compensaron ampliamente la caída del aceite de soja. La baja de este último obedeció a las perspectivas de una oferta global abundante en la campaña 2025/26.
En cuanto al índice de lácteos, se observó un alza del 16,2% interanual, aunque registró una contracción del 1,3% respecto al mes anterior. De esta manera, acumuló dos meses consecutivos de retrocesos. La disminución obedeció a un mayor volumen exportador desde Nueva Zelanda y la Unión Europea, en un contexto de débil demanda internacional, especialmente en los mercados asiáticos.
El índice de la carne mostró un incremento del 4,9% interanual y del 0,6% mensual, impulsado por el aumento en las cotizaciones de la carne bovina y ovina. En particular, los precios internacionales de la carne bovina alcanzaron un máximo histórico, sostenidos por la fuerte demanda de Estados Unidos y las compras estables de China. Este escenario elevó las cotizaciones en Australia y permitió mantener estables los precios de exportación en Brasil, a pesar de la reducción de envíos al mercado estadounidense debido a la aplicación de nuevos aranceles.
Por su parte, el índice de cereales registró una caída del 4,1% interanual y del 0,8% mensual. Los precios internacionales del trigo disminuyeron respecto al mes anterior como consecuencia de una oferta global abundante y de la debilidad de la demanda. En contraste, las cotizaciones del maíz aumentaron por tercer mes consecutivo, impulsadas por la preocupación sobre los efectos de las olas de calor en los rendimientos de la Unión Europea y por el incremento de la demanda para pienso y etanol en Estados Unidos.
En tanto, el índice de precios del azúcar registró en agosto un leve aumento mensual del 0,2% tras cinco meses de caídas, aunque se ubicó un 9,0% por debajo de su valor interanual. La suba respondió a la preocupación por la menor producción en Brasil, asociada a rendimientos reducidos de caña de azúcar. Además, la mayor demanda de importaciones, principalmente de China, ejerció presión alcista. Sin embargo, las buenas perspectivas de cosecha en India y Tailandia limitaron el incremento de los precios.
A nivel local, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto mostró una variación interanual del 4,6%, que se ubicó por encima del rango meta del 4,0% establecido por el Banco Central del Paraguay (BCP). El componente de alimentos presentó un incremento del 8,8% interanual y del 0,9% mensual, explicado principalmente por el encarecimiento de la carne bovina y sus sustitutos, así como de productos frutihortícolas, quesos, huevos y café, entre otros.