El río Mississippi es de gran importancia para los Estados Unidos, y sus bajos niveles ya impactaron la salida de los granos norteamericanos y el mercado internacional. Uno de los principales direccionadores del mercado en los últimos tiempos, que ha llamado también la atención en diversos análisis, ha sido la bajante del río que cruza el país del norteamericano, según el análisis elaborado por MF Economía para Capeco.
En los últimos meses del año, el clima en los Estados Unidos es naturalmente más seco, y ello redunda en que los niveles del río sean más bajos que en otros periodos. Sin embargo, entre setiembre y octubre de este año se ha observado un clima más seco de lo normal, principalmente en las regiones por las cuales el río Mississippi cruza, lo que dejó los niveles del río bastante por debajo del promedio.
El primer punto a destacarse es la importancia de las barcazas para las exportaciones norteamericanas. En los últimos años, más de la mitad de la soja y el maíz plantados en el país fue trasladada vía barcazas. Además, el golfo del Mississippi es la región por donde también más de la mitad de la producción de granos del país es exportada.
¿Cómo está bajante afectó al mercado? La primera dificultad es que las barcazas no pueden circular por el río. Por tanto, tienen que operar con una cantidad reducida, transportando menor volumen de granos, impidiendo inclusive el transporte en algunos casos. Dados esos problemas logísticos, el flete se disparó, impactando el embarque tanto de maíz, que ya se redujo, así como el de la soja. Sin embargo, además de afectar a la agricultura justo al momento en que se mueven activamente las cosechas de granos, esto también afecta al transporte de fertilizantes. Normalmente, los insumos químicos son trasladados hacia el norte para su aplicación en otoño, antes del cierre del río por causa de la formación de hielo en diciembre.
Los modelos de proyección climática indican que las lluvias de las próximas semanas no serán suficientes para revertir el escenario, previéndose inclusive que el nivel del río se reduzca aún más. Se cree que los problemas de la movimentación de barcazas en el río Mississippi sean los más desafiadores desde la gran sequía de 1988.
La continuidad de este escenario, además de que los problemas logísticos sean acentuados, podría direccionar a importadores hacia otros mercados de exportación, como el sudamericano. Esta externalidad positiva a partir de lo ocurrido en el mercado del norte, genera expectativas positivas tanto para los premios como para los precios finales en los mercados del sur.