Las ventanas de agua en el río Paraná logradas en este 2021 permitieron exportar solo 900 mil toneladas de productos agrícolas, de un potencial de 2.5 a 3 millones de toneladas, indicó en conferencia de prensa Hugo Pastore, director Ejecutivo de Capeco, durante la exposición de las actividades realizadas este año.
Destacó que Capeco trabajó bastante en las reuniones con las diferentes instituciones estatales y privadas para delinear esfuerzos a favor de la navegabilidad. Esta gestión permitió la apertura de ventanas de agua sobre el río Paraná para desalijar parte de las mercaderías que están estoqueadas en los puertos o en los silos.
“Se ha trabajado juntamente con la Cancillería, Comisión Mixta del Río Paraná (Comip), las binacionales Itaipú y Yacyretá y otros organismos de los sectores público y privado en la coordinación de ventanas de agua (o de navegación) para la salida de convoyes con productos de exportación. Esto fue posible en pocas ocasiones y el resultado es que de un potencial de exportaciones por este canal logístico de aproximadamente de 2.5 a 3 millones de toneladas de productos agrícolas, en este año se llegó solo a 900 mil toneladas, generando importantes sobrecostos a toda la cadena de producción, comercialización y exportación”, precisó.
En general, mencionó que en todo el año 2021 hubo dificultades en la navegación de los ríos Paraguay y Paraná, debido al muy bajo nivel de caudal, escaso calado de carga y gran cantidad de pasos difíciles que se presentaron en la travesía desde los puertos de carga hasta llegar a los puertos de descarga en Argentina y Uruguay.
Acotó que en Alto Paraná no hubo posibilidad de navegación durante buena parte del año. Sobre el punto, precisó que el grupo de puertos del Alto Paraná, junto con la Comip están realizando limpieza de varios pasos que permitiría poder navegar en la próxima zafra.
En el caso del río Paraguay, explicó que la navegación se mantuvo a lo largo del año, pero con limitaciones en cuanto a calado de carga, tanto en los puertos de Asunción y del departamento Central, como así también en los puertos al norte de Asunción, y en los departamentos de San Pedro y Concepción, donde las restricciones fueron aún más severas.
“Esta situación ha generado sobrecostos importantes que han impactado principalmente en los exportadores, para los volúmenes que ya habían sido negociados con anticipación, y en el productor, para los casos de volumen negociado una vez que ya se tenía esta situación de no navegación en el Paraná y de menor capacidad de carga en el Paraguay”, comentó.
Por su parte, el presidente de Capeco, César Jure, destacó que el gremio encaró acciones conjuntas con la Cámara Paraguaya de Terminales Portuarias (Caterpa) y el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) para la liberación de recursos para el dragado de pasos difíciles, que permitan seguir operando, aunque sea a calado menor.
Precisó que la licitación para el dragado en Alto Paraná fue adjudicada a una empresa, luego impugnada por otro oferente y, finalmente, cancelada por el MOPC. “Se ha iniciado un nuevo proceso de licitación para este tramo, pero infelizmente aún no ha concluido y el tiempo pasa inexorablemente”, lamentó Jure.
Indicó que la expectativa es que el año 2022 será un año de aguas bajas en ambos ríos, lo que nuevamente generará dificultades y atrasos en los flujos de exportación. En ese sentido, resaltó que el gran desafío es desarrollar un sistema de dragado y balizamiento que permita garantizar la navegación en todo tiempo y que no genere sobrecostos en tiempos de aguas altas. “Creemos que una alianza público-privada puede ser el camino, donde se opere bajo la supervisión operativa similar al modelo de la Comip en Alto Paraná y se trabaje el costo, sin generar innecesarias erogaciones al sector exportador”, manifestó Jure.
A su vez, José Berea, expresidente de Capeco, explicó que desde Capeco se trabajó arduamente para permitir la rápida salida y entrada de camiones en la frontera con Brasil. “Varias negociaciones ayudaron a destrabar este impasse y a generar mejores condiciones para los camiones con productos paraguayos que tuvieron varios días sin poder pasar al vecino país”, acotó.
Berea mencionó, además, que Capeco ha trabajado a su vez en instaurar un marco de trabajo para el establecimiento de los precios de transferencia que ayudó a la cadena de valor a encontrar un punto de equilibrio ante esta condición. “Si bien aún no quedó definido, hemos contribuido para el establecimiento del esquema de trabajo”, resaltó.
Finalmente, dijo que Capeco trabajó en la instalación de la Cámara de Arbitraje de la Bolsa de Productos de Paraguay, que sería una herramienta importante en la que todos los actores de la cadena de valor de la agricultura participen para establecer mayor transparencia en las negociaciones entre partes.