La sequía en Argentina incidió en el direccionamiento de la soja paraguaya al cierre del primer cuatrimestre del año, según indicó Sonia Tomassone, asesora de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Explicó que dada la merma significativa de la producción argentina de soja por la sequía, el vecino país está obligado a importar la oleaginosa tanto de Paraguay como de Brasil, Bolivia e incluso de Estados Unidos.
Por esta razón una parte importante de la soja paraguaya que era destinada a otros mercados como la Unión Europea, Corea, Medio Oriente, entre otros, fue redireccionada a Argentina.
Además de este factor relevante, surge como otra situación peculiar en este escenario la devolución del 100 % del IVA a las industrias procesadoras de soja a partir de la Resolución de la Corte Suprema de Justicia de diciembre del 2017, mediante la cual las fábricas han obtenido una sentencia que le obliga a la Subsecretaria de Estados de Tributación (SET) a devolverles el 100 % del IVA.
Esta normativa sería un incentivo para que se utilice el 100 % de su capacidad de procesamiento; sin embargo, la misma está generando una distorsión significativa del mercado, ya que estas empresas cuentan con una mayor capacidad de compra del grano y no lo procesan en el país, sino que lo exportan como materia prima.
Dada la coyuntura del mercado, Argentina se posicionó como principal destino reemplazando a la Unión Europea, que por varios años se constituyó en el principal mercado de la soja paraguaya.
Argentina adquirió el 54 % de la soja paraguaya exportada. Más atrás quedaron Rusia (8 %), Unión Europea (5 %), Turquía (5 %), Brasil (4 %), Egipto (2 %), Israel (1 %), Túnez (1 %), Perú (1 %) y otros (19 %).
Al mes de abril, las industrias fueron responsables del 47 % de las exportaciones de soja en estado natural a Argentina y del 35 % del total enviado al mundo.
Al cierre del primer cuatrimestre del año en curso se enviaron unas 3.546.463 de toneladas de soja en grano que representa un pequeño aumento del 7,5 % con relación al mismo periodo de la zafra anterior; es decir, unas 250 mil toneladas más.
“Al mes de abril se han regularizado los envíos de soja, que sufrieron una demora en los primeros meses del año por la huelga de camioneros”, explicó Tomassone.
Agregó que aún están pendientes de ser exportadas dos millones de toneladas de soja en grano y el resto, como aceites y pellets.