India, llamado a ser el país más poblado del mundo en los próximos años, es en la actualidad, el principal destino del aceite crudo de soja paraguayo con un 45 % de participación, conforme el informe de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
En la segunda plaza está Bangladesh, con un 21 % de presencia, seguido de Pakistán, con un 7 %. Más atrás están España (6 %), Argelia (3 %), Malasia (2 %), Brasil (2 %) y otros mercados donde están asignados Túnez, Uruguay y Jamaica, que tienen una participación de 14 %.
La Lic. Sonia Tomassone, asesora de comercio exterior de la Capeco, señaló que el aceite crudo de soja se destacó durante la temporada 2017, con un incremento de las exportaciones en el orden de 8,3 %, tras pasar de un volumen exportado durante el 2016 de 671 940 toneladas a 727 728 toneladas en el periodo siguiente; es decir más de 56 mil toneladas, lo que representa que la industria nacional viene creciendo en el procesamiento de la soja.
Por su parte, el pellets de soja tuvo como mercado principal la Unión Europa, con un 40 % de participación. Más atrás quedaron Chile (15 %), Perú (9 %), Ecuador (7 %), Japón (4 %), Indonesia (3 %), Emiratos Árabes (3 %), Arabia Saudita (2 %), Myanmar (2 %), Uruguay (1 %), Omán (1 %) y otros (12 %).
Los envíos de pellets de soja totalizaron 2,41 millones de toneladas, que representa una leve caída de 2 % en relación al periodo anterior.
Indicó que con este volumen de envíos, se pone fin a la salida de productos derivados de la soja resultado de la campaña 2017.
A su vez, se destaca en el informe que las disminuciones en las exportaciones del resto de los aceites crudos y la soja en estado natural se debieron principalmente a la huelga de camioneros que retrasaron los envíos, los cuales se espera se regularicen en los próximos meses.
Finalmente expresó que en el caso particular del trigo, la merma significativa se debe a la poca disponibilidad del producto para exportación, debida a la menor producción por condiciones climáticas adversas, destinándose mayoritariamente para el consumo interno de los molinos que están abastecidos.