El nivel de ingresos generado por las exportaciones de productos primarios de Paraguay podría verse afectado considerablemente debido al golpe en los rendimientos por hectáreas a raíz de la sequía. Esta problemática provocaría distorsiones en el tipo de cambio y la escasez de divisas, según el análisis de MF Economía e Inversiones sobre el impacto de la agricultura en la balanza comercial.
Considerando que el sector exportador de productos primarios (granos de soja, maíz, arroz, etc.) representa el 38 % del total de las exportaciones registradas en Paraguay, se espera que los fuertes impactos del clima afecten la balanza comercial, ocasionando mermas de ingresos para el país y distorsiones en el tipo de cambio.
Según la evaluación de la consultora, en el año 2021 las divisas que ingresaron al país fueron de USD 3.983 millones; no obstante, se espera que el monto disminuya considerablemente debido al golpe de la sequía en los rendimientos por hectáreas. Esta problemática podría generar ciertas distorsiones en el tipo de cambio, que generaría una tendencia alcista frente a la escasez de divisas.
En el año 2021 la balanza comercial en Paraguay cerró con un superávit de USD 941,6 millones, explicado mayormente por el incremento de las exportaciones de productos primarios como la soja, arroz, entre otros, resalta el informe de MF Economía e Inversiones.
En su análisis, la consultora señala que esta situación no afecta solamente a Paraguay, sino que también perjudica a gran parte de América del Sur, lo que generará una menor oferta de granos a nivel mundial. Esto podría mantener e incluso aumentar gradualmente la tendencia de los precios internacionales del grano para lo que resta del 2022.
Ante la coyuntura local y con los precios internacionales amortiguando las perdidas agrícolas, se resaltan las intervenciones del Banco Central del Paraguay (BCP) en mercado de divisas que podrían frenar levemente esta problemática. Actualmente, el sector productivo nacional cuenta también con el apoyo de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), que puso a disposición de las Instituciones Financieras Intermediarias (IFI) los recursos financieros necesarios por un valor de USD 100 millones, a plazos de hasta siete años y con un periodo de gracia de hasta un año.
Las medidas tomadas por el Gobierno nacional buscan mitigar las dificultades para hacer frente al pago de las obligaciones crediticias, con la refinanciación de las deudas conforme a las normas emitidas por la Superintendencia de Bancos y el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop).