El Índice de Precios de Alimentos elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) se situó en marzo de 2022 en 159,3 puntos, el nivel más elevado desde su creación en 1990, según el informe de MF Economía.
El reporte explica que los niveles nunca registrados obedecen a los incrementos de los índices de todos los productos concebidos y los nuevos valores máximos históricos de los aceites vegetales, los cereales y la carne, en otros.
En lo que respecta al índice de los aceites vegetales (248,6 puntos), el informe indica que la importante suba se vio impulsada por el incremento de precios de los aceites de girasol, palma, soja y colza, como consecuencia de la disminución de los suministros para las exportaciones a causa del conflicto en la región del mar Negro, además de la incertidumbre acerca de la oferta exportable en América del Sur.
La carne, por su parte, cerró el tercer mes del año con un promedio de 120 puntos, lo que representa el nivel máximo histórico de este producto. Los fundamentos de esta suba correspondieron a la menor oferta de cerdos y el aumento repentino de la demanda como consecuencia de las festividades por Pascua, mientras que el incremento de los precios de la carne aviar se justificaría por los brotes de gripe aviar en Estados Unidos. Con respecto a la mayor cotización de la carne bovina, el aumento se debería a la baja oferta dada en los principales productores.
En los cereales hubo un índice de 170,1 puntos a raíz del incremento repentino de las cotizaciones del trigo, como consecuencia de las interrupciones de las exportaciones del cereal por parte de Ucrania y Rusia, principales proveedores mundiales del mismo.
A nivel local, la inflación de marzo cerró en 0,8 %, acumulando un valor de 3,7 % en lo que va del año. En tanto, la inflación interanual fue del 10,1 %, superior a la verificada en febrero del 2022 (9,3 %). MF Economía destaca que este nivel de inflación interanual no se registraba desde marzo del año 2011.
La inflación en marzo se caracterizó por los incrementos de precios en casi todas las agrupaciones del índice, y, en mayor medida, en los alimentos y combustibles. En la categoría de alimentos, las mayores cotizaciones se dieron en los productos panificados, justificados por el aumento de precios de la harina de trigo, que a su vez, se explica por los altos valores internacionales del cereal. No obstante, el índice de precio de la carne vacuna registró una caída mensual de 2,8 % luego de nueve meses consecutivos de aumentos. Este hecho se justificaría, por la merma de exportaciones de la proteína roja a causa de las restricciones al mercado ruso.
Otro dato alcista es el incremento en la cotización internacional del petróleo, ya que los combustibles han registrado aumento de precios por tercer mes consecutivo en lo que va del año. La consulta indica que debido a que el combustible es un insumo esencial para la mayoría de las actividades económicas, su incremento se traslada a la mayoría de productos y servicios de la canasta básica.
En cuanto a los precios de los principales insumos para la elaboración de alimentos de consumo humano y animal que se cotizan en el mercado internacional, la estimación es que los precios internacionales del trigo continuarían elevados en los siguientes meses debido a la continuidad del conflicto bélico entre los principales oferentes de dichos commodities. Así también, la menor siembra de maíz por parte de Estados Unidos, mayor productor del cereal, podría incidir al alza de precios del mismo.
En su reporte MF Economía menciona que en abril se iniciaron los trabajos de siembra de maíz en el país norteamericano, esperándose una reducción de 4 % del área sembrada.